Volver a blog

Cada año llegan 11 millones de toneladas de plástico al mar

Hace algunos años atrás, encontrar animales muertos en las costas con desechos plásticos en su estómago era insólito, hoy, lamentablemente, se trata de una escena cada vez más común. La contaminación plástica de los océanos es uno de los grandes problemas que afecta a los ecosistemas marinos. Cada año se vierten en los mares del mundo alrededor de 11 millones de toneladas de plástico, el equivalente de un camión por minuto, dato entregado por la ONG Ocean Conservancy.

Lo peor de todo es que si no se toman las medidas, se estima que el año 2040 la cantidad de plástico que entra en el mar cada año aumentará de 11 a 29 millones de toneladas, es decir, se triplicará. Lo que dejará un acumulado de 600 millones de toneladas de residuos en el océano, el peso equivalente a 3 millones de ballenas azules, según un estudio publicado en la revista Sciense.

Los datos son impactantes y las imágenes desoladoras. Pero, ¿sabemos cuál es el impacto que causamos al tirar el plástico directamente a la basura, sin reciclarlo? Millones de personas aún no son conscientes de cómo estas pequeñas acciones diarias marcan la vida de nuestro planeta y de millones de animales que se ven afectados.  

Redes de pesca, botellas de plástico, bolsas, tapones y bastoncillos de los oídos tapizan las playas, fondos de océanos y flotan en una sopa de plásticos hasta en los lugares más remotos del planeta. Y en el actual contexto de pandemia se suman las mascarillas, guantes, residuos hospitalarios y recipientes para enviar comida a domicilio o embalajes del comercio por internet. Objetos que tienen en promedio una vida útil de 5 minutos, pero una permanencia en el ambiente de hasta miles de años, nos indica claramente que debemos asumir un cambio drástico, principalmente en nuestros hábitos de consumo.

Un estudio realizado por la Agencia de Investigación Científica Gubernamental de Australia (CSIRO) señala que en el fondeo de los océanos hay entre 8 a 14 millones de toneladas de microplásticos. Los denominados nurdles son de un mínimo tamaño, peso y se transportan fácilmente de un lugar a otro. Estos nurdles pueden confundirse con huevos de pescado u otro tipo de alimentos para los animales marinos y quedan atrapados en los estómagos de peces, tortugas y aves, causándoles úlcera y evitando que consuman alimentos de verdad, provocando que mueran de hambre.

En la reciente Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (marzo 2019), se logró un acuerdo global para reducir el consumo de plásticos de un sólo uso: Crear una nueva regulación para los envases de plástico, cuyos objetivos contemplan eliminar envases innecesarios, aumentar la creación de envases nuevos en base a plásticos reutilizados y garantizar que el 100% de ellos se puedan reutilizar, reciclar o compostar de manera fácil para el 2025.

En Chile, mientras avanzamos lentamente en esta materia, podemos comenzar reduciendo nuestros desechos a nivel individual, familiar y comunitario siguiendo la siguiente jerarquía de acciones: Evitar, compostar, reparar, reutilizar, reducir y reciclar.

Es imperativo que detengamos el ingreso del plástico al mar y para ello, debemos modificar en forma drástica e inmediata nuestras conductas. Por ejemplo, evitar el plástico de un solo uso y no arrojar a la basura de ningún tipo de plástico que se pueda reciclar.

Fuentes:

La Nación

El país

CNN

Volver a blog